Los disturbios del sentimiento.

Los disturbios del sentimiento.

«Y es que la pobre amaba a su marido… ¡Y que no se ría nadie! Lo amaba de forma cobarde y desafortunada, a pesar de que él la engañaba y le maltrataba el corazón a diario como un niño. Sufría de amor por él como una mujer que desprecia su propia debilidad y delicadeza y sabe que el poder de la fuerza y la felicidad es el que tiene la razón en este mundo. Sí, se entregaba a ese amor y a sus sufrimientos igual que antaño, cuando él, en un fugaz arrebato de ternura, la pretendió y ella se entregó a él: con el sediento deseo que una criatura solitaria y soñadora siente por la vida, la pasión y los disturbios del sentimiento…»

-Un instante de felicidad

Thomas Mann

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Murmullo de rezos.

Murmullo de rezos.

«Simón nunca había ido a aquella Misa de Gallo a la que iba todo el pueblo a celebrar la noche de la Natividad. Los mayores se quedaban conversando y riendo, mientras los niños, impacientes, se iban a acostar para esperar la llegada del Niño Jesús que vendría a ponerles juguetes y regalos en sus camas. Entre multitud de cirios y de ramos se alzaba el pesebre del Nacimiento, y en medio de él, flotando entre el gentío, el Niño Dios. El rezongo del “furruco” acompañaba los cantos en los que se mezclaban muchas voces. El sacerdote oficiaba en el altar y se oía al fondo el denso murmullo de los rezos que lo acompañaban».

-La misa de gallo

Arturo Uslar Pietri

La existencia de un dios amoroso (?).

La existencia de un dios amoroso (?).

• SERIALES •

MISA DE MEDIANOCHE
M1:E4 Libro IV: LAMENTACIONES

Erin Green (Kate Siegel)

—Estoy pensando que debes creer que soy tonta.

Riley Flynn (Zach Gilford)

—No

Erin Green (Kate Siegel)

—Rezaste conmigo todo el día. Y te amo por eso. Pero tú no crees en nada de eso.

Riley Flynn (Zach Gilford)

—Lo entiendo. Entiendo porqué es llamativo, el consuelo. Todo pasa por algo. Hay algo bueno en todo. Qué hay un plan. Es… no sé. Supongo que solo viví un momento de completa sorpresa que reta la existencia de un dios amoroso.

Erin Green (Kate Siegel)

—¿Así que tú crees que estoy Loca?

Riley Flynn (Zach Gilford)

—No

Erin Green (Kate Siegel)

—¿Qué soy ingenua?

Riley Flynn (Zach Gilford)

—No. Creo que todos queremos con tantas ganas qué haya una razón. Para todos. Y justicia, y consuelo cuando morimos.

Erin Green (Kate Siegel)

—Sí, de ahí viene la religión. Esa es la pregunta.

¿Qué pasa cuando morimos?

Riley Flynn (Zach Gilford)

—¿Qué demonios pasa?

Erin Green (Kate Siegel)

—¿Y qué crees?, ¿Qué pasa cuando morimos, Riley?

Riley Flynn (Zach Gilford)

—No lo sé. Y no confío en nadie que nos diga que lo sabe, pero solo puedo hablar por mí mismo, supongo.

Erin Green (Kate Siegel)

—Habla por ti mismo. ¿Qué pasa cuando mueres?

Riley Flynn (Zach Gilford)

—Cuando muera mi cuerpo dejará de funcionar. Se apagará. De pronto o gradualmente. Mi respiración se detiene, mi corazón deja de latir. Muerte clínica. Y un poco después, como cinco minutos después, las neuronas empezarán a morir. Mientras tanto, en medio de eso, tal vez mi cerebro libera una carga de DMT. Es la droga psicodélica liberada cuando soñamos, así que sueño. Sueño en grande, más que nunca, porque es lo que queda. Todos los restos de DMT de una vez y mis neuronas se dispararán y veo fuegos artificiales de memorias e imaginación y estoy… como drogado. De verdad drogado porque mi mente está buscando en las memorias. Largo y corto plazo, y los sueños se mezclan con las memorias y se cierra el telón. La ovación final. El sueño que termina todos los sueños. Un último gran sueño mientras mi mente dispara el último jodido misil, y luego… Me detengo.

[…]

Ríspidas relaciones.

Ríspidas relaciones.

• SERIALES •

MOM
T.2 E.21

Bonnie Plunkett (Allison Janney):
—Te diré algo niña rubia.
Tal vez cometí errores en mi vida, pero ¿y tú? Tú te sientas ahí en tu gran trono juzgando al mundo entero.

Christy Plunkett (Anna Faris):
—¡No al mundo entero mamá, solo a ti!

Bonnie Plunkett (Allison Janney):
—¿Qué?, ¿Cómo fue que te convertiste en esta persona sin nada de compasión?

Christy Plunkett (Anna Faris):
—¡Fácil! Pasé mis años de formación con la mujer más egoísta de la tierra.

Bonnie Plunkett (Allison Janney):
—¡Ay, por dios! Apenas te vi cuando estabas creciendo.

Hombre libre.

Hombre libre.

«Un hombre sólo puede ser él mismo mientras está solo; si no ama su soledad, el no amará su libertad, porque únicamente cuando está solo, es realmente libre».

Arthur Schopenhauer

Alexander Sviridov
Alexander Sviridov
Alexander Sviridov
Alexander Sviridov
Alexander Sviridov
Alexander Sviridov
Distantes constantes.

Distantes constantes.

• DESCANSAMOS LOS MARTES •

🍸

SOMOS

Tú y yo somos una esquirla que el viento lanzó al mundo un templado día de octubre; estrepitoso y voraz, caótico, poderoso y tenaz. Una esquirla que se sobrepone, se luce y se agranda. No daña, contempla.
Somos un camino. Un camino de arbustos suaves y enramados que atrapan ventarrones, malesas. Que salpican piedad y reparten bondad.
Somos la unión que no se contempla, que nadie espera; la risa suave que despierta en la mañana y alumbra los días pesarosos.
Somos alma y sueños. Distantes constantes y briosos empeñosos. Somos todo cuanto existe, somos un comienzo que no acaba. Un final que ya no existe.

Marco de Mendoza

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Un nuevo orden.

Un nuevo orden.

• SERIALES •

HOUSE OF THE DRAGON

Princess Rhaenys (Eve Best)

—Ya sea con mi hija o con alguien más, tu padre volverá a casarse, tarde o temprano. Su nueva esposa le dará nuevos herederos y las posibilidades es que uno de ellos sea varón. Cuando llegué a la edad, tu padre haya fallecido, los hombres el reino esperaran que él sea el heredero, no tú. Porque ese es el orden de las cosas.

Princess Rhaenyra (Milly Alcock)

—Cuando sea reina, crearé un nuevo orden.

Princess Rhaenys (Eve Best)

—Desearía que así fuera Rhaenyra. Pero los hombres del reino ya tuvieron su oportunidad de nombrar a una reina regente en el Gran Consejo y se lo negaron.

Princess Rhaenyra (Milly Alcock)

—Se lo negaron a usted, princesa Rhaenys. La reina que nunca fue. Pero se arrodillaron ante mí y me llamaron «heredera al trono».

Princess Rhaenys (Eve Best)

—¿Le recordaste eso a los hombres de tu padre al llenar sus copas? Esta es la dura verdad que nadie más se atreve a decirte. Los hombres preferirán ver que el trono arda antes que dejar que una mujer ascienda al trono de hierro. Y tu padre no es un tonto.

¡Arder así!

¡Arder así!

• MINIFICCIÓN •

Loca pasión

Marco de Mendoza

Murcia creía que todos querían volverla loca. Murcia no estaba loca; aquel día solo quería saber qué se sentía cuando el cuerpo arde de pasión; nadie antes la había amado. Tomó su chaqueta azul de lana, y se prendió fuego. Fue entonces cuando supo que aunque ardía como el diablo, bien valía la pena. Ya nadie podría volverla loca. Ella misma había encontrado la manera de volverse loca… de pasión.

Desvaríos.

Desvaríos.

«Desvariaba. Los médicos habían dicho que se trataba de un principio de fiebre cerebral; y todos los compañeros de trabajo, que volvían de dos en dos del manicomio donde habían ido a visitarlo, lo repetían. Al decírselo a los compañeros que llegaban tarde y a los que se encontraban por la calle, parecían experimentar un placer peculiar, utilizando los términos científicos que acababan de aprender de los médicos. Y querían parecer preocupados; pero en el fondo estaban tan contentos, saliendo tan saludables de aquel triste manicomio, hacia el azul alegre de la mañana invernal, tras cumplir su deber con la visita».

-El tren ha silbado

Luigi Pirandelo.