• SERIALES •
MISA DE MEDIANOCHE
M1:E4 Libro IV: LAMENTACIONES
Erin Green (Kate Siegel)
—Estoy pensando que debes creer que soy tonta.
Riley Flynn (Zach Gilford)
—No
Erin Green (Kate Siegel)
—Rezaste conmigo todo el día. Y te amo por eso. Pero tú no crees en nada de eso.
Riley Flynn (Zach Gilford)
—Lo entiendo. Entiendo porqué es llamativo, el consuelo. Todo pasa por algo. Hay algo bueno en todo. Qué hay un plan. Es… no sé. Supongo que solo viví un momento de completa sorpresa que reta la existencia de un dios amoroso.
Erin Green (Kate Siegel)
—¿Así que tú crees que estoy Loca?
Riley Flynn (Zach Gilford)
—No
Erin Green (Kate Siegel)
—¿Qué soy ingenua?
Riley Flynn (Zach Gilford)
—No. Creo que todos queremos con tantas ganas qué haya una razón. Para todos. Y justicia, y consuelo cuando morimos.
Erin Green (Kate Siegel)
—Sí, de ahí viene la religión. Esa es la pregunta.
¿Qué pasa cuando morimos?
Riley Flynn (Zach Gilford)
—¿Qué demonios pasa?
Erin Green (Kate Siegel)
—¿Y qué crees?, ¿Qué pasa cuando morimos, Riley?
Riley Flynn (Zach Gilford)
—No lo sé. Y no confío en nadie que nos diga que lo sabe, pero solo puedo hablar por mí mismo, supongo.
Erin Green (Kate Siegel)
—Habla por ti mismo. ¿Qué pasa cuando mueres?
Riley Flynn (Zach Gilford)
—Cuando muera mi cuerpo dejará de funcionar. Se apagará. De pronto o gradualmente. Mi respiración se detiene, mi corazón deja de latir. Muerte clínica. Y un poco después, como cinco minutos después, las neuronas empezarán a morir. Mientras tanto, en medio de eso, tal vez mi cerebro libera una carga de DMT. Es la droga psicodélica liberada cuando soñamos, así que sueño. Sueño en grande, más que nunca, porque es lo que queda. Todos los restos de DMT de una vez y mis neuronas se dispararán y veo fuegos artificiales de memorias e imaginación y estoy… como drogado. De verdad drogado porque mi mente está buscando en las memorias. Largo y corto plazo, y los sueños se mezclan con las memorias y se cierra el telón. La ovación final. El sueño que termina todos los sueños. Un último gran sueño mientras mi mente dispara el último jodido misil, y luego… Me detengo.
[…]