Estrellas de Aurora.

Estrellas de Aurora.

AFORISMOS


«Dos personas que se han querido en la tierra forman un solo Ángel. Su mundo está regido por el amor; cada Ángel es un Cielo. Su forma es la de un ser humano perfecto. La del cielo lo es asimismo».


Los Ángeles de Swedenborg
Jorge Luis Borges

Agrietar.

Agrietar.

• MINIFICCIÓN •

La última guerra.

Victoriano Alejandro Ordorica

No obstante los millones de años luz pasados, los astros en sus cuitas espaciales aun la recuerdan. A uno de ellos, que lucia la esclavitud circundante impuesta por un anillo de mágicos resplandores, le oi decir: nació del cosmos y la amamantaron las estrellas. Cuando niña conoció la tranquilidad pero ya adolescente la carimarcaron con bombas. De adulta en su piel sintió el terrible ardor de la explosión nuclear, pero más le dolió la incomprensión y el odio. Murió resquebrajada y con decepción profunda. Desde su muerte el día no existe pues la tristeza enfrió el sol. Siempre hay noche, luto eterno, negro terciopelo pegado a aire. Eso hizo el hombre con la Tierra —acabó diciendo entre los sollozos que caían de su cielo.

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Hay cosas que deberían quedar ocultas.¹

Hay cosas que deberían quedar ocultas.¹

«Tu visión devendrá más clara solamente cuando mires dentro de tu corazón…
Aquel que mira afuera, sueña.
Aquel que mira en su interior, despierta».

Carl Gustav Jung.

Leonora Carrington

Tarot

Las Estrellas
Leonora Carrington
La Torre
Leonora Carrington
La Luna
Leonora Carrington
La Templanza
Leonora Carrington
El Diablo
Leonora Carrington
La Muerte
Leonora Carrington
Los Amantes
Leonora Carrington
El Loco
Leonora Carrington
El Mundo
Leonora Carrington

¹(Por fortuna, siempre lo harán).

«El tarot es infinito, es irreplicable. Está vivo. Es imposible alejarse por completo –en un plano teórico al menos– de los constructos sociales y políticos que encuadran la mirada del observador o analista. Se trata, en todo caso, de ese viaje perpetuo, de ese momento donde el fenómeno y el ente se funden, donde queda solo el porvenir dentro del límite de lo probable». Martina Spataro Tron.

El miedo es real.

El miedo es real.

• SERIALES •

The New Amsterdam
T.1, E.22

[… ] Paciente X
—¿Por qué mi cerebro hizo eso? Él me salvó la vida. ¿Por qué no recordarlo?

Ignatius Froome ‘Iggy’ (Tyler Labine):
—Parece contraintuitivo hasta que comprendemos como funciona el cerebro. El cerebro sólo intenta darle sentido a las cosas.
A veces el mundo es muy hermoso, sabes. La risa de un amigo, un bebé recién nacido sosteniendo tu dedo. Pero la vida también es frágil. Parpadeas y se esfuma en un santiamén.
Ante el horror, nuestra mente convierte un trauma en una historia, para darle sentido. Incluso si no lo tiene.
Entonces, ¿por qué tu mente te decía que el mundo era horrible? Porque significaba que tu miedo era real. Que podías darte por vencido. Pero creer que tenemos la capacidad de ser héroes, sin importar lo malo de este mundo, es mas difícil. Porque significa que cuando sucede lo peor, podemos elegir seguir adelante. Podemos elegir ayudar. Y eso hace todos los días la gente a nuestro alrededor.
Entonces, ¿el mundo es horrible? Por supuesto. Pero hay luz. Hay tanta luz. Solo tienes que abrir los ojos y mirar.

Espectáculo aéreo.

Espectáculo aéreo.

«Una fotografía debe ser agradable, alegre y bella. Ya hay un montón de cosas aburridas en la vida».
Auguste Renoir

Mina de uranio Arlit, Francia
Dailyoverview
Mont Saint-Michel. Normandía, Francia.
Dailyoverview / Garrit Wes Anderson
Alcaldía Venustiano Carranza, Cd. México
Dailyoverview
Kastellet o La Ciudadela. Copenhague, Dinamarca.
Dailyoverview
Puerto de camiones en Los Angeles, Cal.
Dailyoverview
Cataratas del Niágara. Ontario, Canadá
Dailyoverview
Costas de Valparaíso, Chile
Dailyoverview
Monte Fuji, Japón
Dailyoverview
Old Harry Rocks. Dorset, Inglaterra
Dailyoverview
Meseta de Adrar. Atar, Mauritania
Dailyoverview
Infantilerías

Infantilerías

«’¡Mentiroso! ¡Mentiroso!’, me gritó usted papá, porque me salí del mundo y luego ordenó:
—¡Vete a ese rincón! ¡Híncate! Pon los brazos en cruz y pídele a Dios que te perdone tantísimas mentiras como has dicho esta triste noche en la que te esperamos sin esperanzas de volver a hallarte.
Y aquí estoy en el rincón, viendo mi sombra sobre la pared de adobe, con las rodillas y los brazos muy cansados, con mis tiritas de regalos tiradas en el suelo, oyendo cómo roncan mis padres, mientras yo estoy crucificado sólo porque vi las trescientas sesenta y cinco casas de Dios, vi a Marta y a María planchándole sus vestidos, vi a Santa Rita, a los remolinos de pájaros, a su altarcito para que recen, vi a las Once Mil Vírgenes todas chiquititas, cubiertas de flores sonrosadas, vi al Rey del Mundo que tuvo la atención de hacerme tantos regalos, vi al Hombre, escondido en el cerro con su carabina y que sólo sale para ver los huesos de los muertos Antiguos, que ahora me parece que él mismo los mató, vi a los Apóstoles y si no vi a Judas es porque ya se había huido y vi a san José… ¡Y aunque les pese, los vi y los vi y los vi!… Papá, no apague la vela. ¡Ya la apagó! Papá, no me diga mentiroso, porque los vi, los vi y los vi… por eso ahora estoy crucificado en este rincón oscuro…»

-El mentiroso (Andamos huyendo, Lola)

Elena Garro.

Dislates.

Dislates.

«Creo que todos tenemos un poco de esa bella locura que nos mantiene andando cuando todo alrededor es tan insanamente cuerdo.»

Julio Cortázar.

Ilustración de John Tenniel.
Ilustración de John Tenniel.
Ilustración de John Tenniel.
Ilustración de John Tenniel.
Ilustración de John Tenniel.
Ilustración de John Tenniel.
Ilustración de John Tenniel.
Ilustración de John Tenniel.
Bon voyage, le vie.

Bon voyage, le vie.

«Las calles me pertenecen, pero no hay casas; fueron desde la niñez destruidas. Sus habitantes vagan por el aire en busca de alojamiento.»

MARC CHAGALL.

Bataille de fleurs
1967
Marc Chagall
Le pont bleu
1968
Marc Chagall
Lune rousse au Cap de’Antibes.
1969
Marc Chagall
Odisea.

Odisea.

«—¡Cómo! —exclamé—. ¡Estamos prisioneros en una erupción! ¡La fatalidad nos ha lanzado por el camino de las lavas incandescentes, de las rocas ardientes, de las aguas hirviendo y de todas las materias eruptivas! ¡Vamos a ser empujados, expulsados, lanzados, vomitados por los aires con los trozos de roca, las lluvias de cenizas y de escoria, en un turbión de llamas! ¡Y eso es lo mejor que puede ocurrirnos!
—Sí —respondió mi tío, mirándome por encima de sus gafas—, porque es la única probabilidad que tenemos de volver a la superficie de la tierra.
[… ] Yo me preguntaba entonces cuál podría ser aquella montaña y en qué parte del mundo nos expulsaria».

Viaje al centro de la tierra.

Jules Verne.