• DESCANSAMOS LOS MARTES •
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Pérdida
Y ella, aún inocente, besó al sapo creyendo que cambiaría; más el sapo envalentonado levantó la mano y la volvió a golpear. Era una guerra innecesaria, y ella la perdía.
Marco de Mendoza
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• DESCANSAMOS LOS MARTES •
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Pérdida
Y ella, aún inocente, besó al sapo creyendo que cambiaría; más el sapo envalentonado levantó la mano y la volvió a golpear. Era una guerra innecesaria, y ella la perdía.
Marco de Mendoza
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«Mario, la pareja de Teresa, a quien apenas he visto un par de veces, es neurólogo y neurocirujano. Trabaja con animales, los trepana, les coloca nódulos que se conectan a una o varias máquinas y estudia el deseo y la pérdida, si es que he entendido bien lo que hace, porque también es posible que no lo haya entendido y que él haga otra cosa. Pero, de que trepana cabezas, las trepana, estoy seguro. Tan seguro como de que Felipe, la última vez que lo vi, me dijo que la ceniza tiene voz, que si uno escribe con un carbón, no es la voz de uno la que habrá de leer quien mire el texto».
Trepanación de la ceniza.
Emiliano Monge.
«Cuando le dije que había comprado los boletos, pensó que era una extravagancia; pero el dinero ya se había gastado y ella no permitiría que un arrepentimiento le echara a perder el placer de asistir a la función».
De nieve a lodo.
Joseph H. Cole.
• CITA CON EL SÉPTIMO ARTE •
«Si lo que perdemos no nos hace más fuertes, lo que extrañamos, lo que no podemos tener, entonces nunca podremos hacernos lo suficientemente fuertes, ¿o si? ¿Qué más nos puede hacer fuertes».
Mr. Win Werry
Beau Bridges
«Los incineramientos los hacen los hombres, chiquita. Siempre nos quemaron. Ahora nos quemamos nosotras. Pero no nos vamos a morir: vamos a mostrar nuestras cicatrices. La torta era para festejar a una de las Mujeres Ardientes, que había sobrevivido su primer año de quemada».
Las cosas que perdimos en el fuego.
Mariana Enríquez.
¹ Girl on Fire, Alicia Keys
«Lo mejor sería que se llevara a su papá de este lugar, le dice una de las mujeres al oído. B pide otro tequila. No puedo, dice. La mujer le mete la mano por debajo de la camisa holgada y con dibujos hawaianos. Está comprobando si voy armado, piensa B. Los dedos de la mujer suben por su pecho y se enroscan alrededor de su tetilla izquierda. Se la aprieta. Eh, dice B. ¿No me crees?, dice la mujer. ¿Qué va a pasar?, dice B. Algo malo, dice la mujer. ¿Como cuánto de malo?, dice B. No lo sé, pero yo que tú me largaría. B sonríe y la mira a los ojos por primera vez: vente con nosotros, le dice mientras bebe un trago de tequila. Ni que estuviera loca, dice la mujer».
-Últimos atardeceres en la tierra (Putas asesinas).
Roberto Bolaño
«Marcial comprueba que todavía está lejos del anaquel que busca. El gerente le había dicho: se trata de un expediente muy viejo. Una ejecución hipotecaria. Unos muertos de hambre y el comentario a Marcial le dolió porque sus padres venían de perder una casa a manos de un banco. Pero el gerente también había dicho Dale, movete, qué esperás».
Archivo.
Enrique Decarli.