La noche era una bendición.

La noche era una bendición.

«Yo sé hacer el amor a mi novia, pero a mi princesa no se le podía hacer nada por que ella ya lo tenía todo y sólo había que arrebatárselo con la boca casi como la suya me robaba a fuerza de erecciones que el juego me provocaba. Luego, satisfechos, nos recostábamos uno al lado del otro sin decir o tocar más».

Quiero ser tu princesa.

Jorge Meneses.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s