
«Yo sé hacer el amor a mi novia, pero a mi princesa no se le podía hacer nada por que ella ya lo tenía todo y sólo había que arrebatárselo con la boca casi como la suya me robaba a fuerza de erecciones que el juego me provocaba. Luego, satisfechos, nos recostábamos uno al lado del otro sin decir o tocar más».
Quiero ser tu princesa.
Jorge Meneses.