• MINIFICCIÓN •
Amputaciones.
Dalton Trevisan
Por haber jugado con el ventilador, la niña tiene la punta amputada del meñique.
Desde entonces las tres muñecas, de castigo, tienen el mismo dedo cortado con tijeras.
• MINIFICCIÓN •
Por haber jugado con el ventilador, la niña tiene la punta amputada del meñique.
Desde entonces las tres muñecas, de castigo, tienen el mismo dedo cortado con tijeras.
«—No llore, mujer. Soy el papá, y no estoy llorando.
Con la ayuda de un pariente el papá lo bañó. El niño permaneció duro sobre la tina, no pudieron sentarlo en el agua. Después la mamá lo vistió, ni era domingo; pantalón azul, camisa blanca, con saco, como un hombrecito. No calzó los viejos zapatos. Lo abrazó tan fuerte, quería ser enterrada con él en el mismo cajón, el hijo tenía miedo a la oscuridad».
Pedrinho.
Dalton Trevisan.