Te quiero tal y cual, sin condiciones.¹

Te quiero tal y cual, sin condiciones.¹

«Cristián solía alzar la voz y Eduardo callaba. Sin saberlo, estaban celándose. En el duro suburbio, un hombre no decía, ni se decía, que una mujer pudiera importarle, más allá del deseo y la posesión, pero los dos estaban enamorados. Esto, de algún modo, los humillaba».

La intrusa.

Jorge Luis Borges.


¹ La diferencia, Juan Gabriel.

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