Enmendar

Enmendar

• MINIFICCIÓN •

Sujeto desconocido

Yurena González Herrera

Extirpé de raíz mis deseos más primitivos: rebosaban la línea pintada alrededor de tu cuerpo en el suelo. Me hice un disfraz de persona decente con ellos, los cosí con el hilo azul de tu mirada, fría, inerte.

Debacle.

Debacle.

«Hay cosas peores que Dios. Ahora lo sé.
Ellas lo eran. Ellas (¿O ellos?), sabían aferrarse a cada hendidura de la mente, y raspar dentro, como si se tratara de una fresa dental extirpando una caries. RTTTT RTTTT RTTTT. Extirpaban, cortaban, modificaban. Eran niños jugando con un mecano.
No tenían ninguna moral.
No ofrecían ninguna excusa, ninguna comprensión.
Tampoco entendí muy bien al principio, sus intenciones. ¿Qué buscaban? ¿Y por qué a mí?
Cállate, humano. Decían. Su Voz. Sus voces; como una anémona con cuerdas vocales».

Ellas eran.

Ricardo Cabezas.