
«Sí, hermano. Lo vi todo, todito. Y me dolió cuando te pegó el primer palo en la barriga y siguió hasta que te reventaste. Yo estaba ahí, hermano. Estaba acompañado de la mosca. Es más, la mosca es mi único testigo. Por eso la traigo hoy. Hoy que me gradué de hombre. Pero no te he dicho todavía que conté cuántos palos te dió el desgraciado en la barriga hasta que reventaste. Pero, ¡qué importa! Lo importante es que hoy hace un rato, cuando me encontré al americano que venía solo por el callejón oscuro que hay por la casa de Fela, le dí 37 puñaladas en la barriga. Y como la mosca estaba conmigo, ahora te la traigo hermano. Y ahora te puedo contar que lo ví todo, todito, pero no quise venir a contarte nada hasta tener la historia completa».
-El testigo
Bonaparte Gautreaux Piñeyro