
«Escribo para distraer mi atención de la espeluznante realidad. Trato de esforzarme en las palabras que elijo, en el estilo de la narración, en su correcta puntuación. En cualquier detalle con el fin de mantener mi mente ocupada en alguna actividad creativa alejada de la rutina diaria».
Desayuno conmigo mismo.
Salvador de la Puente González.