Nachtstück.

Nachtstück.

—¿No sabéis —le dije— que es un pecado, que no queda sin castigo, abandonar la iglesia durante el Sanctus? Nunca más volveréis a cantar en la iglesia.

—Era una broma, pero no sé cómo fue que mis palabras produjeron un efecto grave. Bettina palideció y abandonó en silencio la iglesia. Desde aquel momento perdió la voz.

El Sanctum.

E. T. A. Hoffmann.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s