• MINIFICCIÓN •
Hilos
Adrián Pérez
Se ovilla sobre las baldosas frías y comienza a temblar. Cuando abre los ojos se da cuenta de que su mano ya no cuenta dedos, sino una maraña deforme y roja que poco a poco va carcomiendo el brazo, la clavicula, la columna, el coxis. Todo él se desmorona. Lejos de allí, en un lugar remoto, alguien a empezado a tirar el hilo.