
«Entonces la chica empezó a chillar y a llorar, pero eso no les apartó de su propósito. La ventana grande se oscureció y algo impidió el paso de la luz de la luna: y se oyó el sonido de alas poderosas; pero los hombres no se dieron cuenta porque estaban concentrados en su violación».
La hija de los Búhos.
Neil Gaiman.