Un mundo raro.

Un mundo raro.

John y Mary se conocen.
¿Qué pasa después?
Si quieres un final feliz, elige el A.

«Si piensas que lo anterior es demasiado burgués, convierte a John en revolucionario y a Mary en una agente de contraespionaje, a ver qué tan lejos llegas. Aunque en el intermedio desarrolles una saga escandalosa y excitante, de carácter pasional, una crónica fuera de tiempo más o menos, de todos modos terminarás en A.
Tendrás que enfrentar que los finales siempre son los mismos sin importar cómo construyas la historia.
El único final auténtico es el que viene a continuación: John y Mary mueren. John y Mary mueren. John y Mary mueren.
Eso es básicamente todo lo que se puede decir de las tramas: que al final no son más que una acción tras otra, un qué y un qué y un qué.
Ahora intenta con Cómo y Por Qué.

-Finales felices: F

Margaret Atwood

Anuncio publicitario
¿Es ella más que yo?

¿Es ella más que yo?

John y Mary se conocen.
¿Qué pasa después?
Si quieres un final feliz, elige el A.

«Una tarde John se queja de la comida. Nunca se había quejado de la comida. Mary se siente herida.
Sus amigos le dicen que lo han visto en un restaurante con otra mujer que se llama Madge. En realidad, ni siquiera es Madge quien molesta a Mary, es el restaurante. John nunca llevó a Mary a ningún restaurante. Mary junta todas las pastillas para dormir y aspirinas que puede encontrar, las toma junto con media botella de jerez. Puedes saber qué clase de mujer es por el hecho de que ni siquiera tiene whisky. Deja una nota para John. Espera que la descubra y la lleve al hospital a tiempo y se arrepienta y se casen, pero nada de esto ocurre y ella muere.
John se casa con Madge y todo sigue como en A».

-Finales felices: B

Margaret Atwood

¿A dónde vamos a parar?

¿A dónde vamos a parar?

John y Mary se conocen.
¿Qué pasa después?
Si quieres un final feliz, elige el A.

John y Mary se enamoran y se casan. Ambos tienen trabajos dignos y muy lucrativos, que les parecen interesantes y estimulantes. Compran una casa encantadora. El valor de las propiedades sube. Cuando finalmente pueden pagar por un servicio de limpieza, tienen dos hijos, a quienes adoran. Los niños crecen bien. John y Mary tienen una estimulante y a la vez desafiante vida sexual, y también amigos que valen la pena. Juntos disfrutan de divertidas vacaciones. Se jubilan. Ambos tienen pasatiempos que encuentran estimulantes y desafiantes. Por último, mueren. Este es el final de la historia.

-Finales felices: A

Margaret Atwood

El uso del futuro.

El uso del futuro.

«Rojo es la última cura para todo»
OP Freulers

«El reloj del pasillo del piso de abajo da las nueve. Aprieto las manos contra los costados de mis muslos, tomo aliento, camino por el pasillo y bajo las escaleras silenciosamente. Serena Joy aún debe de estar en la casa donde tuvo lugar el Nacimiento; eso se llama tener suerte, porque él no pudo haberlo previsto. En días como este, las esposas haraganean durante horas, ayudando a abrir los regalos, chismorreando, emborrachándose. Tienen que hacer algo para disipar su envidia.

Retrocedo por el pasillo del piso de abajo, paso junto a la puerta de la cocina y camino hasta la puerta siguiente, la suya. Espero afuera, sintiéndome como una criatura que ha sido llamada al despacho del director de la escuela. ¿Qué es lo que he hecho mal?

Mi presencia aquí es ilegal. Nosotras tenemos prohibido estar a solas con los Comandantes. Nuestra misión es la de procrear: no somos concubinas, ni geishas, ni cortesanas. Por el contrario, han hecho todo lo posible para apartarnos de esa categoría. No debe existir la diversión con respecto a nosotras, no hay lugar para que florezcan deseos ocultos; no se pueden conseguir favores especiales, ni por parte de ellos ni por parte nuestra, no hay ninguna base en la que pueda asentarse el amor. Somos matrices de dos piernas, eso es todo: somos vasos sagrados, cálices ambulantes».

-El cuento de la criada.

Margaret Atwood.