
«Yo me fui de la casa de mi abuelo porque ya nada fue igual y estaba harto de vivir en la esquina de una ratonera gris. Mi abuelo murió solo en su casa. Una vecina llamó a la policía porque el olor de su cuerpo putrefacto traspasó la puerta. Me llamaron para informarme que mi abuelo había muerto: un aneurisma cerebral. Yo lo negué. Te equivocaste de número, dije al sujeto que me llamó para notificarme el deceso».
A estas alturas del partido.
Jorge Meneses.